Algunos lideres opositores están creyendo que el pueblo no tiene conciencia de lo que ha pasado en el país en los últimos 20 años
Hace unos días leí en la prensa, la opinión de un importante dirigente político de la oposición, donde expresaba de cara al proceso electoral del 2024, que los dominicanos a la hora de votar, solo tomaran en cuenta “el costo de los alimentos de primera necesidad” (canasta familiar) y “la inseguridad ciudadana” por lo que en ese sentido, votaran mayoritariamente por quien entiendan le garantice esas soluciones, sin tomar en cuenta, absolutamente, nada más.

Sin lugar a dudas, la realidad es, que esos dos problemas son muy sensibles, vitales y determinantes, para la satisfacción y tranquilidad de las familias dominicanas. Pero es justo decir que se advierte con claridad, los esfuerzos que hace la presente administración del Estado, para dar respuestas concretas a esas inquietudes, donde la primera, la inflación y el costo de los alimentos básicos, está siendo manejada con responsabilidad, eficiencia y resultados positivos a la vista de todos.
La segunda, o sea la inseguridad ciudadana, es un problema complejo, que afecta a muchas naciones del área en estos momentos, igual que la inflación, y se le atribuye en gran medida a la irresponsabilidad y permisibilidad con que se ha manejado durante décadas. Es un mal de nuestra sociedad, que ha avanzado tanto hasta convertirse en un gran dolor de cabeza para todos, y lo peor, es que no tiene soluciones definitivas cómodas, ni a corto plazo. Es una lamentable realidad.
Sin embargo, es una responsabilidad del gobierno, enfrentarlo con determinación y valentía, para lo que necesita el apoyo de la ciudadanía, a fines de dar respuesta contundente a ese mal, que se origina fundamentalmente en la crisis de valores que estamos viviendo y que ocasiona perturbación y angustia en el seno de todas las familias.
Es un problema en cuya solución todos tenemos que dar apoyo a las acciones oficiales, con criticas constructivas, no politiqueras y rechazando de manera activa la hipocresía y las demagogias, con propósitos electoreros, de los que detentaron todo el poder del Estado, durante 20 años y se convirtieron en parte del problema, sin hacer nada para la solución. Eso es irresponsabilidad ciudadana.
Esa irresponsabilidad ciudadana, es la que está llevando a una parte importante de los principales lideres políticos de la oposición a promover sus aspiraciones electorales, sobre la base de criticar y no aportar a las acciones del gobierno, para solucionar los problemas que producen inquietudes e insatisfacciones en la sociedad, bajo la creencia de que el pueblo dominicano, a la hora de votar durante el proceso electoral, no le tomara en cuenta sus acciones pecaminosas cometidas desde las posiciones que ejercieron en el Estado, porque simplemente habrá un borrón y cuenta nueva.
Nosotros creemos que eso será así, y basamos nuestra creencia en el hecho de que nuestra sociedad y los sectores sociales que inciden en el que hacer y accionar del pueblo dominicano, colectiva e individualmente, al margen del liderazgo político, ha asumido conciencia clara y sostenida de cuales deben ser los valores, los atributos y conveniencia de la persona a quien se le otorgue las dedicadas responsabilidades de manejar y administrar los recursos de todos los dominicanos.
En ese orden, somos creyentes de que la opinión del líder opositor, y lo que piensan como él, que dice que a la hora de votar los dominicanos, solo lo harán por quien le proponga y asegure que bajara los precios de la canasta familiar, y que acabara con la inseguridad ciudadana, es una utopía diametralmente desfasada, de los que así creen, basándose en un desconocimiento total de los avances y empoderamientos que ha asumido con firmeza la inmensa mayoría de los ciudadanos, en defensa del bien común.
En cambio, en el orden de lo anterior, estamos convencidos, de que a la hora de votar la mayoría de los dominicanos, pensaran en problemas y soluciones no solo como los de la canasta familiar y la seguridad ciudadana, lo cual es algo natural, sino además, y sin discusión, que también valoraran con prudencia las diferencias que existan entre unas y otras opciones, para escoger la que consideren con más seriedad y responsabilidad para resolverlos.
Sin dudas que esas diferencias serán las que más pesaran en cada ciudadano al momento de ejercer el voto, y estamos convencidos de que todos establecerán las profundas diferencias entre quienes representen la honestidad, la seriedad, la responsabilidad ética y la eficiencia, contra los que representen la corrupción, la malversación, la impunidad, la irresponsabilidad y la demagogia politiquera. Esa diferencia establecerá la diferencia en la cantidad de votos depositados en las urnas, con certeza de no caer en el retroceso conocido.