Luis Abinader, sin experiencia de Estado y con limitados recursos económicos enfrentó con éxitos la megacrisis sanitaria y económica que afectó al mundo con motivo de la Pandemia del COVID-19, garantizando salud efectiva para los ciudadanos de este país y dando respuesta adecuada a las clases sociales más afectadas económicamente hablando, hasta lograr en tiempo récord la apertura productiva de la nación con la recuperación del 100% de los empleos perdidos con motivo del cierre generado que ocasiono la pandemia.

Luis Abinader, sin experiencia de Estado promovió y puso en marcha acciones sin precedente con un Ministerio Publico independiente y responsable que junto a su inquebrantable determinación impuso todo un sistema de vigilancia y control moral y ético, en la persecución de la corrupción y la administración de los recursos del Estado. Los resultados están ahí a la vista de todos.

Luis Abinader, sin experiencia de Estado ha enfrentado y está enfrentando con marcados éxitos, reconocidos internacionalmente, la más aguda crisis inflacionaria que azota todas las economías del mundo, profundizada con la guerra Rusia-Ucrania donde los desabastecimientos, la falta de suministro, la crisis del trasporte, los altos precios de los combustibles y la energía eléctrica, se han conjugado para engendrar la ingobernabilidad de casi todas las naciones, menos aquí en la Republica Dominicana.

Luis Abinader, sin experiencia de Estado y con limitados recursos económicos, ha promovido y puesto en marcha un novedoso proceso de transformación e innovación institucional, fortaleciendo y creando entidades estatales especializadas para dinamizar el desarrollo del país a través de órganos jurídicamente sólidos, funcionales y trasparentes, como los proyectos sustentados con las alianzas Publico Privada, los fideicomisos y en las Aduanas, cuyos resultados positivos ya son evidentes.

Luis Abinader, sin experiencia de Estado ha exhibido un excelente manejo y coordinación con todos los poderes del estatales y privados, tales como, el Congreso Nacional, el Poder Judicial, el Poder Electoral, la Cámara de Cuentas, el Poder Municipal, la Clase Empresarial, los Medios de Comunicación, la Clase Laboral y los sindicatos, entre otros, lo que le ha permitido lograr un estado de gobernabilidad en un ambiente de tranquilidad social, estabilidad política, estabilidad de la tasa de cambio y la economía, control de la inflación y crecimiento económico por encima de grandes economías y ampliamente valorado por la comunidad internacional.

En los primeros dos años de gobierno que se cumplen el próximo martes 16 de agosto, los éxitos de la gestión del Presidente Abinader, han sido tan contundentes que la oposición política se ha quedado sin discurso, sin argumentos válidos, sin propuestas con contenidos viables, limitándose únicamente a convertirse en francotiradores en asecho permanente para atacar todas las acciones del gobierno y ofertando arreglar todo lo que no arreglaron en 20 años de gobierno o en la ridícula acción de visitar supermercados buscando precios de los productos de la canasta familiar, algunas veces inventados, para prometer que cuando lleguen de nuevo a la administración del estado los van a bajar, sin tener el más mínimo reparo, engañosamente, de tomar en cuenta las causas internacionales que están provocando la más dura inflación que afecta todas las economías.

En este escenario se inicia los últimos dos años del presente mandato, con Luis Abinader, graduado con notas sobresalientes en la administración del Estado, exhibiendo tactos, habilidad y sensibilidad humana en los manejos políticos, con recursos humanos y económicos más fluidos, con estabilidad y control rigurosamente administrados, con una oposición política desarticulada, avergonzada y con alta taza de rechazo por la sociedad consiente, identificada en su mayoría con la presente gestión.

A la luz de lo expuesto en esta Reflexión será lógico entender que para el Presidente Abinader, están dadas todas las condiciones para lograr que los próximos dos años de su gestión sean de grandes beneficios en desarrollo institucional y económico para el pueblo dominicano, y que además están dadas todas las condiciones políticas para lanzarse con éxito en busca de una nueva repostulacio´n y una nueva elección a la presidencia de la República, si decidiera optar por la reelección a la que constitucionalmente tiene derecho.