La reelección de Luis Abinader, será aclamada por las Fuerzas Vivas de la nación
Observando el ambiente político de nuestro país, no se requiere ser oráculo o tener la bola de cristal para intuir lo que ocurrirá en la Republica Dominicana, de cara a las próximas elecciones presidenciales que habrán de celebrarse el 19 de mayo, 2024, y para la que el Partido Revolucionario Moderno, PRM, escogerá, sin dudas, su mejor carta de triunfo, en la persona de Luis Abinader, como candidato presidencial nuevamente.
En ese certamen cívico, según se presentan las cosas, el Pueblo Dominicano tendrá otra oportunidad para decidir la suerte de la República, ante la disyuntiva de escoger para la presidencia del país, entre el expresidente Leonel Fernández, por la Fuerza del Pueblo, el candidato(a) del expresidente Lic. Danilo Medina y el PLD y el Presidente de la República, Lic. Luis Abinader, del PRM. Hasta ahora así se presente el menú, aunque pudiera haber sorpresas.
Cada uno de esos candidatos con sus improntas y realizaciones, ampliamente conocidas por los ciudadanos que decidirán, se presentarán al balotaje de una población cada vez mas exigente. Es evidente ante los ojos de todos, que en estos momentos, los candidatos de la oposición se muestran desgastados y sin discurso o propuesta electoral bien definida. Sus mensajes lucen sin contenido válidos y más bien inventan con asuntos circunstanciales o momentáneos. Esa actitud resulta entendible después de haber salido del gobierno en el que permanecieron por más de 20 años, con la peor imagen pública ante los ojos del país.
Ahora le resulta difícil orquestar una oferta con crediblidad y sobre todo con moral, por lo que se le advierte desconcertados, desesperados, disparatosos, resentidos, incoherentes, intolerantes y acorralados, efectos que intentan disimular con una agresiva campaña demagógica sustentada en eventos momentáneos que al igual que la espuma, se desvanecen al instante.
Los lideres de la oposición, el Lic. Danilo Medina, y el Dr. Leonel Fernández, compiten por la supremacía de quien ostenta la más alta tasa de rechazo del país, la cual se coloca por encima del 70%, y mantienen una acida guerra por demostrar ante el país, cuál de los dos posee mayores niveles de aceptación en el seno de la sociedad dominicana, o cual de los dos encabeza el liderazgo de la oposición.
En esos propósitos inventan cualquier decir o acción, sin tener en cuenta o importarle los niveles de incredibilidad que impliquen, a veces rayando con payasadas o ridiculez, para lo que han estructurado ensambladoras de encuestas que disparan sin ninguna reservas o rubor. También se muestran visiblemente ofendidos cuando las mediciones serias o independientes, presentan trabajos profesionales que establecen la realidad de las verdaderas preferencias.
Por otro lado, estará la candidatura presidencial de Luis Abinader, con su historia laboral y su imagen a partir de haber asumido la dirección del Estado, proyectando a un hombre serio, honesto, trabajador incansable, trasparente, responsable, humilde, de familia y con sensibilidad social, adjetivos estos con los que se ha ganado el respeto, el cariño, la confianza y la admiración de la inmensa mayoría de los dominicanos, ejerciendo con notables éxitos y reconocimientos su gestión pública, con decoro, pulcritud y eficiencia en el manejo de las cosas públicas, de los intereses de los dominicanos.
Se destaca además el éxito y ejemplar manejo con que el Presidente Abinader enfrento la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia universal del COVID-19, que azoto a la humanidad, acción está reconocida y valorada por la Organización Mundial de la Salud. De igual manera manejó la crisis económica sin precedentes surgida como consecuencia de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania. También es notorio su exitoso manejo enfrentando la inflación que azota a todas las naciones, así como los altos precios de la canasta familiar, la corrupción en el Estado y la política internacional a parir de la crisis que se vive en estos momentos en la Republica de Haití.
Los éxitos del Presidente Abinader, a la vista de todos, se observan también en la determinación y profesionalidad conque está enfrentando la delincuencia común, uno de los principales males del país. Se destaca como unos de sus mejores éxitos la creación de miles de empleo en todo el territorio, la transformación e innovación en las instituciones públicas y su decido apoyo económico a los sectores productivos de la nación, la estabilidad macroeconómica y sobre todo la paz social con grandes sacrificios económicos para el Estado subsidiando sin condiciones a los sectores más vulnerables del país. Su dedicación y estilo de trabajo se consagro con el interés y sentido de compromisos con que enfrento y dió respuestas a los estragos causado por el huracán Fiona, que azoto recientemente varias zonas del país.
Sin embargo, en un proyecto releccionista, no todo es color de rosas y para su éxito se requieren muchas cosas. La sociedad dominicana en estos momentos esta observando muy fijamente la política y a los políticos y lo hace con sentido crítico por las experiencias vividas, por lo que para que el Presidente Abinader siga cosechando éxitos y aceptación popular, hay tres temas que por la profunda sensibilidad en los sentimientos de la inmensa mayoría de los dominicanos, debe manejar con absoluta prudencia y tactos políticos, estos son:
• La Política Migratoria con Haití. Muy sensible. La construcción del MURO y la repatriación de la mayor cantidad de ilegales, seria casarse con la gloria y con la historia.
• La Política de Género, Muy sensible. Absoluto respeto a las preferencias de todos, sin que se pretenda que algunas de estas preferencias, como política de Estado, se le imponga como normal a los que las consideren antinatural. El Estado debe ser vigilante y cauteloso con la educación y formación de los niños en las escuelas.
• La Corrupción en el Estado. Muy sensible. Mantener su determinación en el combate, coherencia con cero tolerancia e impunidad con la misma, y no permitir que bajo conceptos algunos se interprete o perciba condescendencia con esta, por intereses de indoles políticos.
Según el criterio de muchas gentes, el Presidente Luis Abinader, no obstante los esfuerzos y dedicaciones, parece no haber sido afortunado en la escogencia de una parte importante de sus funcionarios, cuya eficiencia y comportamiento han sido objeto de acidas críticas y repulsas de sectores importantes de la población. Por otro lado, muchos de los dirigentes y cuadros de su partido no esconden su inconformidad por no haber sido tomados en cuenta con los puestos públicos y por algunas acciones de la alta dirección de la organización. Sin embargo, y no obstante lo anterior, la realidad es que la historia de las acciones del Presidente, a la vista y aceptación de la mayoría, lo han hecho merecedor del respeto, el cariño, la confianza y la admiración de importantes segmentos de todos los sectores de la sociedad dominicana, colocándolo con elevados porcentajes de aceptación popular, duplicando esas preferencias a su más cercano contendor, y colocándolo como ganador indiscutible si optara por la reelección.