Primero: La existencia de una sociedad empoderada, como nunca antes, de su realidad, con un pueblo convertido en guardián de su estabilidad social, consciente de que votar en las próximas elecciones por la oferta opositora, no solo sería un retroceso que intentan envolver con espejismos demagógicos, populismo barato, trucos publicitarios y oportunismo ridículo, sino que hay quienes sostienen que votar por ellos a través de la llamada Alianza Rescate RD, sería como erigir un monumento a la mayor corrupción que se ha registrado en el país, y a su hermana la impunidad, saltándose todas las normas morales y legales y en las que se dieron cita para disponer olímpicamente, de los dineros y los bienes del pueblo dominicano.

Segundo: El comportamiento transparente, ético y eficiente del Presidente Abinader, exhibiendo una conducta ejemplar, ha sido percibido como tal, por la sociedad dominicana y la comunidad internacional, y esto lo ha convertido en un referente moral y la figura política más admirada y respetada del momento. Su comparación con los que detentaron la administración del Estado durante los últimos 20 años, no deja espacio a las dudas, sobre cuál es el camino correcto a seguir en los procesos electorales a celebrarse el próximo año. Este fenómeno, explica por sí solo, la altísima aceptación popular de que goza en estos momentos el Presidente de la República.

Tercero: Existe una realidad, convertida en sentimiento, en el sentido de que hay que reconocer y destacar el hecho de que  el Presidente Abinader, en situaciones muy difíciles para el país y el mundo, ha sido un celoso guardián de la estabilidad social, monetaria y política de la nación, lo que ha logrado con crecimientos y controles en todos los órdenes, manejándolo junto a un ambicioso programa de innovación y modernización tecnológica de todas las instituciones del país, en el que armónicamente ha logrado involucrar al sector privado, para poner en marcha la más sólida revolución económica que se haya vivido en la nación, cuyos resultados ya se perciben, junto a la esperanza de que sigan convirtiéndose en el soporte y consolidación de la economía y el desarrollo de la República Dominicana.

Cuarto: El manejo de la macroeconomía, con visibles y reconocidos éxitos en los controles financieros y fiscales, con una férrea disciplina y notoria eficiencia del Banco Central y otras instituciones de la República, ha sido determinante en la estabilidad cambiaria, control monetario, control de la inflación y administración eficiente de los gastos e inversiones, en áreas críticas como la agropecuaria, salud, educación, obras públicas y asistencias a las clases más vulnerables. En estas acciones, serían injusto no mencionar y dar crédito a la profesionalidad, dedicación, tenacidad y eficiencia con que se ha manejado el Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Don Héctor Manuel Valdez Albizu.

En orden con lo anterior, el Presidente Abinader y sus ejecutorias públicas, han sido objeto de la mayor muestra de apoyo y reconocimiento político, en el que unos 22 partidos políticos reconocidos y decenas de movimientos políticos no reconocidos, así como organizaciones de la sociedad civil, en un acto sin precedentes en el país, han decidido unir esfuerzos en la más grande alianza política y social que registra la historia dominicana, para apoyar la decisión de optar por 4 años de gobierno que le permitirían profundizar sus aspiraciones de cambios transformadores y soporte del proceso de desarrollo que vive en estos momentos la República Dominicana, con la certeza de que el respaldo político conquistado le aportará, sin dudas, como mínimo un 10% de los votos en las urnas, para darle como resultado la victoria en primera vuelta con alrededor del 60% de votos populares.